Desde la nutrición se recomienda una dieta balanceada y con un espacio de tiempo suficiente para una buena digestión entre la última comida del día y la hora de dormir. Esto se debe a que muchos alimentos altos en almidón, carbohidratos, grasas y cafeína pueden demorar largas horas en abandonar nuestro estómago.
Entre las principales comidas que pueden generar pesadillas se encuentran:
Pastas es una fuente de carbohidratos. Para su asimilación el cuerpo transforma estos en glucosa siendo este el tipo de azúcar más fácilmente asimilable por nuestras células. Los carbohidratos son un fuente necesaria para una dieta balanceada aunque por su rápido ingreso a la célula y transformación en energía poseen un efecto estimulante por lo que se recomienda un tiempo prolongado entre su ingesta y el sueño.
Comidas fritas: Las frituras contienen carbohidratos pesados y grasas. Las grasas requieren mucho tiempo de permanencia en el estómago para poder ser digeridas. Consumirlas e ir a la cama de inmediato puede resultar en dificultad para dormir y pesadillas.
Carnes: Proteínas y carnes altas en grasas requieren mayor tiempo para su digestión generando dificultad para conciliar el sueño y generando malestar durante el mismo.
Helado: Los helados contienen una alta cantidad de azúcar y grasas nuevamente retrasando la digestión y dificultando el sueño.
Bebidas Colas: Varias de estas bebidas contienen cafeína, un potente estimulante que dificulta el sueño. Además contienen gran cantidad de azúcares que potencian este efecto estimulante.
Chocolate: Contiene azúcares y como algunas bebidas contienen cafeína pudiendo esta generar pesadillas o sueño liviano e intermitentes.